miércoles, 12 de enero de 2022

¿Alergia, resfriado o gripe?

 

Con el frío y el cambio de estación volvemos a tener otra época de alergias, resfriados, gripes y otras enfermedades en las vías respiratorias, producidas por las bajas temperaturas, el aire más seco y los cambios climáticos, provocando una disminución de la capacidad defensiva de las mucosas de las vías aéreas.

Ademas, en otoño e invierno, se añade partículas de polen en nuestro ambiente que afectan también a nuestra salud. 

Solemos encontramos una alta sensibilización al polen, procedente de la familia de las Cupresáceas (Ciprés, Arizónica, Tuya, Enebro), originando síntomas típicos de alergia respiratoria: mucosidad, estornudos, lagrimeo, picor e incluso, dificultad al respirar.

A veces, es difícil diferenciar si sufrimos una alergia, un resfriado o una gripe con exactitud y hay que dejar evolucionar el proceso durante unos días, para saber de que se trata exactamente. Cómo diferenciar una alergia de una gripe o de un resfriados es el propósito de  en este artículo. Vamos paso a paso.

1. ¿Alergia o gripe?

Para actuar correctamente, la primera necesidad es diagnosticar a que nos enfrentamos. Con este fin, existen una serie de señales y síntomas, que nos ayudan mucho a la hora de diferenciar una alergia de una gripe.


¿Cómo saber si padece de una alergia?

  • La secreción nasal (mucosidad) es clara, líquida y transparente.

  • Suele asociarse a picor importante de nariz y ojos.

  • Aparece lagrimeo ocular de forma frecuente.

  • La alergia nunca ocasiona fiebre.

  • Si aparece tos, suele ser seca, sin mucosidad.

  • Los estornudos son muy frecuentes y se producen de forma espasmódica (en salvas, varios seguidos).

  • Los síntomas se inician de forma muy rápida, súbita, y pueden desaparecer en menos de 24 horas.

  • El proceso puede durar desde semanas hasta meses. Manteniendo síntomas algunos días y otros no.

¿Cómo saber si padece de un resfriado o gripe?

  • La mucosidad es bastante más densa que en una alergia o incluso espesa.

  • El moco suele tener alguna tonalidad (amarillenta o incluso verdosa).

  • El picor es mucho más leve o no existe.

  • Los estornudos aparecen, pero más aislados, no en salvas.

  • Suele asociarse fiebre si existe infección o complicación como sinusitis, otitis, bronquitis o neumonía.

  • Puede aparecer dolor de garganta y/o de oídos.

  • No suele existir lagrimeo, sólo molestia a nivel ocular.

  • En caso de desencadenar tos, esta suele ser con mucosidad.

  • Aparece mal estado general con dolor muscular y cansancio.

  • El inicio de los síntomas suele ser más lento, progresivo y NO desparece súbitamente en menos de 24h.

  • El cuadro suele remitir en una semana aproximadamente


2. ¿Resfriado o gripe?

Ambos están causados por un virus, pero son de tipo distinto. El origen de la gripe es el virus de la “Influenza”. Los que provocan el resfriado suele ser de la familia del rinovirus y de la familia del coronavirus. Además, el resfriado suele ser más habitual y puede padecerse varias veces al año.

La diferencia más visible entre ambas enfermedades es la intensidad de los síntomas. Al contrario que el resfriado, la gripe es mucho más intensa, debilitante y puede provocar fiebre alta durante 3 días o más. Otra diferencia: la gripe aparece súbitamente y sus síntomas pueden durar 1 ó 2 semanas, prolongándose en según que casos, hasta 21 días. Por el contrario, el resfriado llega de forma gradual (se ven venir algunos síntomas, como el dolor de garganta, por ejemplo) y tiene una duración más corta, entre 7 y 8 días.

Los síntomas comunes son: congestión nasal, estornudos, mucosidad, tos, dolor de garganta y de cabeza y pérdida de apetito. El resfriado apenas provoca fiebre, o si lo hace es muy baja, y genera malestar general y cansancio. En la gripe, la fiebre es moderada o alta y las molestias van un poco más allá, provocando dolores musculares contenidos o intensos, escalofríos y fatiga.


Reflexiones generales

Sea un cuadro alérgico, resfriado o gripe, lo importante es saber actuar a tiempo y minimizar los síntomas evitando su progresión a cuadros más importantes, como pudiera ser una sinusitis, un episodio asmático, una bronquitis o una neumonía.

Mas importante aun, es la prevención. La prioridad es subir las defensas y mejorar nuestro sistema inmune. En particular, a partir de los primeros días del mes de octubre.


3. ¿Gripe o neumonía?

El problema de cualquier gripe es que, en un sistema inmunitario debilitado, se puede transformar en una neumonía. La neumonía es una infección que inflama los sacos aéreos de uno o ambos pulmones. Estos se pueden llenar de líquidos o material purulento, lo que provoca tos con flema o pus, fiebre, escalofríos y dificultad para respirar.

La neumonía puede variar en gravedad desde leve a mortal. Es más grave en niños de menos de dos años, personas mayores y personas con problemas de salud, personas con alguna afección de salud no diagnosticada o con un sistema inmunitario debilitado y finalmente en personas que reciben quimioterapia o toman medicamentos que inhiben el sistema inmunitario.

Síntomas

Los signos y síntomas de la neumonía varían de moderados a graves y dependen de varios factores como el tipo de germen que causó la infección, la edad y la salud en general. Los signos y síntomas moderados suelen ser similares a los de un resfriado o una gripe, pero duran más tiempo.

Los signos y síntomas de la neumonía pueden incluir:

  • Dolor en el pecho al respirar o toser.

  • Desorientación o cambios de percepción mental (en adultos de 65 años o más).

  • Tos que puede producir flema.

  • Fatiga.

  • Fiebre, transpiración y escalofríos con temblor.

  • Temperatura corporal más baja de lo normal.

    (En adultos mayores de 65 años y personas con un sistema inmunitario débil).

  • Náuseas, vómitos o diarrea.

  • Dificultad para respirar.


¿Cuándo preocuparse?

Consulta si tienes dificultad para respirar, dolor en el pecho, fiebre continua de 39o C o superior o tos persistente. Sobre todo, si tienes tos con pus.


4. Reforzar las defensas y conseguir un sistema inmunológico fuerte.

Como se ha indicado anteriormente, el remedio mas eficaz, la clave, es la prevención. El mes de octubre, es el momento idóneo para empezar a reforzar las defensas y conseguir un sistema inmunológico fuerte, previniendo las bajas temperaturas que están al caer.

La mayoría de los síntomas y enfermedades se originan por tener bajas las defensas del organismo. Por esta razón, aumentar las defensas de nuestro sistema inmunológico de una forma natural, es un principio vital, al que todos deberíamos darle la prioridad e importancia que merece.

¿Por qué ocurre?

Las defensas del cuerpo se debilitan por muchos motivos, pero los más comunes suelen ser los cambios de estación, el frío, la humedad, el cansancio o el estrés continuo. Otras veces, simplemente, uno se contagia de algún virus o infección bacteriana en el colegio o en el trabajo y, desde ese mismo momento, no consigue remontar, sumando una gripe tras otra. Finalmente, el organismo flaquea y no puede hacer frente, con normalidad, a las situaciones de la vida diaria.

Resumiendo, cuando la respuesta a estos factores ambientales es una gripe o un resfriado, una tos continua, una amigdalitis o incluso diarrea o un dolor de oído, es que las defensas están bajas. 

¿Cómo subir la defensas de forma fácil y natural? Encontraras en este blog varios artículos tratando ese tema, te invito a consultarlos.


Foto de Lisa Fotios

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